摘要:La práctica de enseñanza es central para preparar a los estudiantes en la construcción de su propio conocimiento. Su caracterización representa una oportunidad para ampliar su comprensión en pos de mejorar las decisiones asociadas a la enseñanza. Este artículo de investigación presenta los resultados de un estudio cuyo objetivo fue investigar a 15 profesores de biología en servicio, noveles y expertos, sobre los atributos de una buena práctica de enseñanza. La información emerge de una entrevista episódica cuyos datos son sistematizados con el apoyo del software Atlas-ti 7.0. El estudio corresponde a una fase exploratoria de una investigación mayor que busca diseñar un modelo de desarrollo profesional que problematice la complejidad de la práctica de enseñanza para mejorarla. Para los participantes, los descriptores de una práctica de enseñanza efectiva comprenden tres dimensiones, que son: afectiva, didáctica y disciplinar. En tanto, sus indicadores dan cuenta de una enseñanza como un proceso generador de preguntas e inferencias. Podemos concluir que la enseñanza debe promover el aprendizaje de orden superior, y para ello, es necesario tomar distancia de los modelos de enseñanza centrados en la memorización y reproducción de conocimiento. Los atributos de una práctica de enseñanza efectiva son reconocidos y aprendidos en la propia experiencia profesional lo cual tensiona la formación inicial y continua del profesor.
其他摘要:Teaching practice is central to preparing students in the construction of their own knowledge. Its characterization represents an opportunity to broaden its understanding in order to improve the decisions associated with teaching. This research article presents the results of a study whose objective was to investigate 15 biology professors in service, novices and experts, on the attributes of good teaching practice. The information emerges from an episodic interview whose data is systematized with the support of Atlas-ti 7.0 software. The study corresponds to an exploratory phase of majorresearch that seeks to design a professional development model that problematizes the complexity of teaching practice to improve it. For the participants, the descriptors of an effective teaching practice comprise three dimensions: affective, didactic and disciplinary. Meanwhile, its indicatorsaccount for teaching as a process that generates questions and inferences. We can conclude that teaching must promote higher order learning, and for this, it is necessary to take distance from teaching models focused on memorization and reproduction of knowledge. The attributes of an effective teaching practice are recognized and learned in one’s professional experience whichstresses the initial and continuous training of the teacher.