摘要:A lo largo del siglo XX ha emergido un tipo de belleza singular en el campo del arte: lo mundano. El arte contemporáneo muestra que los objetos y situaciones cotidianos tienen una trascendencia estética. Pero la arquitectura parece no prestar atención por estas cuestiones. Y lo que es más, las rechaza y evita. Ni el proceso de diseño ni las imágenes finales de la obra enseñan la presencia de lo mundano. Afortunadamente, hay ejemplos con los que investigar en la presencia de lo ordinario en arquitectura. Los ejemplos considerados son Morning Cleaning, Mies van der Rohe Foundation, Barcelona (Jeff Wall, 1999), la intervención Phantom, Mies as Rendered Society (Andrés Jaque, 2012) y el documental Koolhaas Houselife (Ila Bêka y Louise Lemoine, 2008). Examinar el valor visual y espacial de estas obras permite situar las cosas y acciones ordinarias como vía de experimentación y toma de nuevas posiciones. Es momento de que la arquitectura se replantee estos aspectos vivos propios de su entorno.